Comentario:
La poderosa figura déspota de esta carta, es meridianamente el profesor de su destino. Sobre su hombro esta el distintivo del sol y la antorcha que mantiene en su mano derecha representa la luz de su verdad ganada fuertemente. Con independencia de que sea rico o bien pobre, el rebelde es verdaderamente un emperador por el hecho de que ha roto las cadenas de
los condicionamientos represivos y creencias de la sociedad. El se ha hecho a sí mismo abrazando todos los tonos del arco iris, brotando de las raíces oscuras y sin forma de su pasado inconsciente y desarrollando alas para volar en el cielo. Su forma de ser es rebelde, no por el hecho de que este combatiendo contra alguien o bien contra algo, sino más bien pues ha descubierto su naturaleza auténtica y está determinado a vivir de pacto con ella. El Águila es su animal espiritual, un mensajero entre la tierra y el cielo. El rebelde nos reta a ser suficientemente valientes para aceptar la responsabilidad de lo que somos y vivir nuestra verdad.
La Nada representa un instante de reposo, en la nada no hay nada mas al unísono está todo, esta carta del tarot de Osho Zen marca una fuerte paradoja donde se marca un claro objetivo, el reposo. El silencio absoluto no existe, la ausencia de luz en una obscuridad incesante tampoco, dada la enorme simbiosis de todos y cada uno de los opuestos que sostienen el equilibrio de nuestra realidad esta carta representa un respiro cara el interior. Un instante de transición para un edificante aprendizaje, de la misma manera que las técnicas de relajación la busca del silencio trae las palabras más fuertes, tras toda confusión no hay mejor forma que la de organizarse para ir resolviendo punto por punto cada interrogante en nuestro ser.
La Nada marca un llamado de atención, un instante cara la reflexión, en tanto que la nada no existe por si acaso sola encontrándola a ella vamos a poder hallar los primordiales conceptos que consiguen hacernos sentir desorientados, buscando la nada encontraremos el todo. La nada marca un claro instante de busca de calma, en la nada no existe el dinero, en la nada no existe el dolor, en la nada no existen las superficiales satisfacciones ni tampoco se halla el escape, por el hecho de que en la nada no hay nada para escaparse.
Esta es la carta de la calma, es la carta del silencio cara las voces que confunden, en la nada no hay camino para perderse solo camino para encontrarse, en esta nada no hay ninguna persona más que uno, absolutamente nadie en que meditar, no hay voces ni colores, solo se halla el ser.
Cuando veamos esta carta en nuestras tiradas de Tarot de Osho, va a ser el instante de buscar la calma, marca un claro final y por consecuente un claro inicio, es el instante que aparece la lámpara, puesto que en la nada no hay luz y para conseguir moverse en este campo va a ser preciso hallar una luz propia, una busca interna que consiguiera superar este nivel equívoco y de autocrecimiento.
El término de nada se halla en el ya antes y en el después, en este estado el tiempo no existe, no hay medida puesto que no hay instrumento que la mida, es una de las cartas más profundas del Tarot de Osho Zen en tanto que solo describe lo inenarrable. Ahora es tiempo de solucionar esos pensamientos más profundos, evacuar esas dudas que han escapado de aquellos sentimientos dolorosos, es el instante de dejar en la nada por siempre aquellas cosas que nos anudan a proseguir medrando, en la nada no hay ojos para distraerse, solo se halla la más pura esencia que consigue dar la vida a todo cuanto sigue, tras el todo está la nada.