Comentario:
El hombre y la mujer de esta carta están el uno frente al otro y, todavía de esta manera no son capaces de verse el uno al otro meridianamente. Cada quien ha proyectado una imagen que ha construido en su psique, cubriendo el auténtico semblante de la persona que mira. Todos podemos quedarnos atrapados en la proyección de películas hechas por nosotros podemos quedarnos atrapados en la proyección de películas hechas por nosotros mismos, sobre las situaciones y las personas que nos rodean. Esto se genera cuando no somos absolutamente siendo conscientes de nuestras esperanzas, deseos y juicios. En lugar de responsabilizarnos por ellos y hacerla nuestra, tratamos de atribuirla a el resto. Una proyección puede ser satánica o bien divina, perturbadora o bien confortante, mas al fin y a la postre es una proyección: una nube que nos impide ver la realidad tal y como es. La única salida consiste en reconocer el juego. Cuando halles que brota un juicio con respecto a otro, dale la vuelta: ¿No se refiere a ti, verdaderamente, lo que ves en otros? ¿Es clara tu visión, o bien está enmascarada con lo que deseas ver?
Las Proyecciones son un fruto creado por la psique, al igual que en un cine, nos hallamos siempre y en toda circunstancia mirando cara una pantalla, la pantalla de nuestros deseos, de nuestras metas, y hallamos muchas formas de actuar por esta naturaleza presente en nuestras formas de ser.
En nuestras vidas, del mismo modo que en los cines, la pura verdad y realidad de las cosas no se oculta en la pantalla, se oculta más allí. De ahí que no nos podemos guiar por los extremos que procedan desde nuestra psique, puesto que en la psique se unen las visiones, con los deseos, con los sueños. Es de esta primordial razón que se acostumbra a aseverar que existen muchos mundos en nuestro planeta, puesto que cada psique es un planeta. Cada persona tiene su proyección de las cosas, y es de esta forma que se puede dar de un día cara el otro que a exactamente la misma persona que más deseamos la acabemos odiando.
Esta carta es otra de las cartas del Tarot de Osho que llama con fuerza tu atención, puesto que al salir en una tirada de Tarot Zen implica una necesidad de reflexión que asista a destapar la ceguera de tus ojos. Lo que puedes estar viendo no desea decir precisamente que sea lo que es, es por esta primordial razón que esta carta busca en forma de consejo que no asegures tus cosas un 100 por ciento , siempre y en todo momento deja el espacio para la duda o bien para el fallo. Es la mejor forma de no atascarse en un mal sentimiento, al igual que el planeta debes estar continuamente en movimiento para conseguir compensarte.
El equilibrio es moverte, es medrar, es sentirte enfocado y bien parado en un camino, es precisamente por esto que esta carta te afirma que te pares en ese camino real y no imaginario. Cuando vemos la imagen presente en esta carta del Tarot Zen de Osho vemos a la figura de un hombre y una mujer, en las dos figura se puede ver como se divide, y como el auténtico color de los dos se oculta tras una imitación gris. Marca meridianamente el significado que hemos estado compartiendo en las oraciones precedentes.
Esta carta en tu tirada de Tarot te recuerda que sostengas los pies firmes en la tierra y de que no te halles perdido entre tus sueños, te invita a ver la esencia de las cosas, te recomienda que te sostengas en el presente y que proyectes el futuro, que no vivas del futuro, no desperdicies la ocasión de pasar tiempo con tus seres queridos, en tanto que después cuando no estén no va a existir dinero que pueda adquirir esos instantes.